lunes, 19 de octubre de 2009



Tratamientos del mioma uterino

Los miomas uterinos pueden presentarse de formas muy distintas en diferentes mujeres; por ello, el tratamiento debe ser individualizado y consensuado entre el médico y la paciente, valorando todas las ventajas e inconvenientes en cada caso. Pero de forma general, los distintos tratamientos disponibles sería:
1- Conducta expectante y observación:
Cuando los miomas son de pequeño tamaño (menor de 5cm) y la mujer está asintomática (con reglas normales y sin dolores), se puede hacer un tratamiento consevador, acudiendo una vez al año a revisiones con un riguroso control clínico y ecográfico.
Hay que advertir a la mujer de los posibles síntomas que pueden aparecer y aconsejarla que acuda a revisiones anuales aun cuando no los presente.
Existe también un tratamiento médico sintomático, cuando sólo aparecen leves alteraciones menstruales o molestias pélvicas pero que no repercuten en la calidad de vida y el mioma es pequeño (menor de 5-6cm). Consistiría en tratar con inhibidores de la fibrinolisis para evitar la hipermenorrea (regla muy abundante), si existe anemia suplementar con hierro y ácido fólico y uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos p.ej. ibuprofeno) si presenta molestias pélvicas
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2- Tratamiento quirúrgico: Existen dos vertientes del mismo
La histerectomía (quitar el útero), que supone la pérdida de la capacidad reproductiva pero que evita la recurrencia de miomas.
La miomectomía (quitar sólo el mioma), que permite a la mujer poder quedarse embarazada pero con el riesgo de una posible recurrencia de los miomas. Estudios han comprobado que tras la miomectomía el 50% de las mujeres quedan gestantes, en el 15% recurren los miomas y el 10-11% volverán a reintervenirse.
Hoy la miomectomía de pequeños miomas puede realizarse por laparoscopia (cirugía endoscópica) y algunos pequeños submucosos pueden quitarse por histeroscopia (a través del cuello del útero), sin someterse al riesgo de una laparotomía (cirugía abierta).

viernes, 16 de octubre de 2009

miomas

Los miomas uterinos son el tumor pélvico más común. Se pueden observar en 1 de cada 5 mujeres en edad de procrear (el tiempo después de comenzar la menstruación por primera vez y antes de la menopausia).
Los miomas generalmente afectan a las mujeres después de más de 30 años de edad, ocurren poco en mujeres menores de 20 años y en las que han llegado a la menopausia. Son más frecuentes en mujeres de raza negra que en mujeres de raza blanca.
Se desconoce la causa de los miomas en el útero. Sin embargo, el crecimiento de los miomas uterinos parece depender de la hormona estrógeno. En tanto una mujer esté menstruando, los miomas probablemente seguirán creciendo, por lo general de manera lenta.
Los miomas uterinos pueden ser tan diminutos que puede ser necesario un microscopio para observarlos. Sin embargo, también pueden crecer con un gran tamaño, pueden llenar todo el útero y pesar varias libras. Aunque es posible que sólo se desarrolle un mioma uterino, generalmente hay más de uno.
Algunas veces, un mioma uterino cuelga de un tallo largo, que está adherido al exterior del útero y se denomina mioma pediculado.




Síntomas
Llenura o gases abdominales
Sangrado entre períodos o sangrado muy prolongado con períodos
Aumento de la
polaquiuria
Sangrado menstrual abundante (menorragia), a veces con el paso de coágulos de sangre
Calambres pélvicos o dolor con los períodos
Sensación de llenura o presión en la parte baja del abdomen
Dolor repentino e intenso debido a un mioma pediculado
Nota: a menudo no hay síntomas.
Signos y exámenes Un examen pélvico muestra un útero agrandado, de contorno irregular y con un aspecto tumoral. Este diagnóstico es generalmente confiable, sin embargo, en algunos casos se dificulta, especialmente en las mujeres obesas. Los miomas uterinos se han confundido con los tumores ováricos, inflamación de las trompas de Falopio y con el embarazo. Se puede realizar una ecografía transvaginal o una ecografía pélvica para confirmar el diagnóstico de miomas. Es posible que sea necesario realizar una biopsia endometrial (biopsia del revestimiento del útero) o una laparoscopia pélvica para descartar cáncer.

Tratamiento
El tratamiento depende de diversos factores, como: Edad Salud general Gravedad de los síntomas Tipo de miomas Si está en embarazo Si desea tener hijos en el futuro Algunas mujeres simplemente pueden necesitar exámenes pélvicos o ecografías de vez en cuando para vigilar el crecimiento del mioma. El tratamiento para los miomas puede abarcar: Pastillas anticonceptivas (anticonceptivos orales) para ayudar a controlar los períodos menstruales abundantes Suplementos de hierro para prevenir la anemia debido a los períodos abundantes Medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINES), como el ibuprofeno o el naprosín, para cólicos o dolor con la menstruación Algunas mujeres pueden necesitar terapia hormonal (inyecciones de Depo Leuprolide) para reducir el tamaño de los miomas uterinos. Este medicamento reduce la producción de las hormonas estrógeno y progesterona. Las hormonas crean una situación en el cuerpo que es muy similar a la menopausia. Los efectos secundarios pueden ser severos y pueden abarcar sofocos, resequedad vaginal y pérdida de la densidad ósea. El tratamiento hormonal puede durar varios meses. Los miomas uterinos comenzarán a crecer tan pronto se suspenda el tratamiento. En algunos casos, la terapia hormonal se utiliza durante un período de tiempo corto antes de la cirugía o cuando la mujer esté esperando llegar a la menopausia pronto. La cirugía y los procedimientos empleados para tratar los miomas abarcan: Extirpación histeroscópica de los miomas: este procedimiento ambulatorio puede ser necesario para mujeres con miomas que crecen dentro de la cavidad uterina. En este procedimiento, se inserta una pequeña cámara e instrumentos a través del cuello uterino dentro del útero para retirar los miomas. Embolización de la arteria uterina: este procedimiento detiene el suministro de sangre al mioma, haciendo que muera y se encoja. Los efectos a largo plazo de este procedimiento aún se desconocen y la seguridad de un embarazo después de la intervención es una preocupación. Miomectomía: con esta cirugía se extirpan los miomas y, generalmente, es el procedimiento elegido para las mujeres que desean tener hijos, ya que por lo general se puede preservar la capacidad de procrear. Otra de las ventajas de la miomectomía es que controla el dolor o el sangrado excesivo que experimentan algunas mujeres afectadas por dichos miomas uterinos. Se pueden desarrollar más miomas después de la miomectomía. Histerectomía: esta cirugía invasiva puede ser una opción si los medicamentos no funcionan y otras cirugías y procedimientos no son una opción. Ver también: tratamiento de miomas Expectativas (pronóstico) Un mioma pedunculado puede resultar retorcido y causar un ensortijamiento en los vasos sanguíneos que irrigan el tumor. Este tipo de mioma puede necesitar cirugía. Un mioma algunas veces bloquea las trompas de Falopio e impide que los espermatozoides alcancen y fecunden los óvulos, lo cual puede causar problemas de fecundidad. En algunos casos, los miomas pueden impedir que el óvulo fecundado se implante en el revestimiento uterino, pero con el tratamiento apropiado se puede restablecer la fecundidad. Después de que un embarazo se desarrolla, los miomas existentes pueden crecer debido al incremento del flujo sanguíneo y de los niveles de estrógeno, pero generalmente vuelven a su tamaño original después del nacimiento del bebé. La mayoría de las mujeres puede llevar el embarazo a término, pero algunas de ellas terminan dando a luz en forma prematura, debido a que no hay espacio suficiente en el útero. Algunas mujeres embarazadas que presentan miomas pueden necesitar una cesárea dado que estos miomas pueden bloquear ocasionalmente la vía del parto o hacer que el bebé quede mal posicionado.

Complicaciones Los miomas pueden ocasionar esterilidad, y pueden provocar igualmente un parto prematuro. El dolor severo o el sangrado excesivo causado con miomas uterinos puede requerir una cirugía urgente. En raras ocasiones, se pueden presentar cambios cancerosos, los cuales generalmente ocurren después de la menopausia.